domingo, julio 02, 2006

25VI

Cuando empiezo a mirarte como pidiéndote permiso para saludarte, (es decir, con el gesto del que va a cabecear un centro que viene desde el corner pero que mira la pelota con la dificultad del rayo-de-sol que encandila. Así, con ese gesto) como pidiéndote permiso para saludarte, repito… es cuando ya estoy perdida… (Ay!)

estoicamente me asomo y acomodo en el cadalso y apoyando el cuello en la guillotina te digo a viva voz:

-Dale! Cortáme la cabeza!...
Total no me voy a dar cuenta.


(y encima te morís de las ganas, no?)