viernes, agosto 19, 2005

Para empezar...


Mi bufanda celeste me ciñó la garganta, me inspiró el perfume, me desafió los pulmones... me rozó el cuello suave... y me susurró al oído el nombre no pensado de la sonrisa... Se contrajo un poco... por el frío... y respiró de nuevo, el perfume a flores de inviernos inexistentes...
Sí la bufanda celeste que vas a extrañar en las manos... que vas a pedir a gritos con la garganta desnuda, se desvanece en el tiempo de una fría y por qué no bella, tarde, madrugada, noche, mediodía (ya no importa) de enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio o JULIO (esto tampoco importa).

Siempre va a flamear mi bufanda celeste... por lo menos en los ríos, mares, pampas, edificios, avenidas, facultades, fotocopias, papeles, ... mentes! (eso importa menos)

1 tejieron:

Corina Margarita dijo...

besossss también... seguirá hasta que dé. (la cabeza? jaja)