domingo, mayo 23, 2010

Buzón




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jueves, mayo 20, 2010

Centro

Salí con una sensación extraña... como aquel al que le quieren extirpar algo, o suavizar algo que está arraigado entrañalmente, como si quisieran ver filtros en lo que uno sabe que es compacto, que no tiene dudas, que está entero...
Sí, sé que el mundo no es ni se maneja como uno lo concibe, sé que soy entera, segura, compacta... pero hay veces que eso no basta para los otros... o para la imagen que nos queremos hacer de los otros.
Tengo este costado que no puede evitar preocuparse por cosas que para otros costados (míos y ajenos) no tiene ni el más mínimo sentido. Sé que no tengo 30 hijos de 13 años porque eso implicaría que los haya tenido a los 13... y no. Sé que hay un punto en el que no se puede avanzar y no se quiere... sé que cada uno es libre de elegir, pero también sé que se es verdaderamente libre cuando se elige porque se sabe, sé que no todo el mundo se respeta o se hace respetar, sé esto de que estamos en "otra época", sé esto de que "ahora las cosas...", sé sé sé sé sé... pero no puedo dejar que no me toque, no puedo hacer como que no, no puedo dejar que intenten astillarme este centro compacto que me hace ser quien soy, no puedo hacer como que no me duele, me saca de las casillas, me deja al borde de la impotencia...
Todo es más liviano, todo dejó de tener el peso que nos da consistencia, todo es un juego vacuo irrespetuoso ignorante.
Eso, que me duele el centro cuando se intentan naturalizar mi preocupación.


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cada uno con su vida hace lo que quiere, no importa se es verdad o no lo que dice ahí. (...) uno no es lo que los otros dicen que uno es; uno es lo que uno dice de sí mismo y lo que deja que los demás le digan a uno. (nada más)

jueves, mayo 13, 2010

Mi pequeño Frankestein

Te veo en los ojos de los otros, cierro los ojos y te veo igual, es la imagen fija... duermo y te veo en la sombre que dibuja la almohada o mis palabras. Me empaché de verte pero no terminás de asquearme, tengo nudos que te cortan los pasos pero siempre encontrás cómo porque te guío. Sos involuntario, sí. Sos mudo, también... porque dejé de inventar al incorpóreo Juan y empecé con vos, desconocido, te robo la imagen y como si fueras una cajita la relleno de cosas, mis cosas, mis anhelos, mis deseos, mis palabras y mis porquerías. Y me doy cuenta del invento y me angustio, mi pequeño Frankestein... porque llenando tus espacios te obturo el movimiento, y te cerceno insaciable.
No vamos a ningún lado, no iremos a ningún lado, porque esto no tiene ni pies ni cabeza. Formamos un ente involuntario, inmóvil, inerte, sin proyección alguna. No es fue, ni es será. es este momento segmentado, el único en el que sos voluntad tuya y pasas a la barra y me das un empujoncito medio inocente, medio dañino, como diciendo "sí, tengo cuerpo y existo en este mundo" Y nos miramos de reojo... y pasa de nuevo y otra vez y ya se nos corta el hilo del círculo vicioso.
¡Basta! porque con vos me enojo hasta con las vísceras y me pongo destructiva, dramática, fatalista; y me encantás como los magos a los niños o las palomas, y soy naif, inocente, adolescente, pero siempre soy débil, no soy indiferente o impasible. De una u otra manera la sangre fluctúa, porque no sos vos, es tu imagen henchida de mis porquerías.
Mil perdones, pendejo, por radiarte el cuerpo con esta onda expansiva sin centro. Por rellenarte la cabeza de mis palabras en silencio... porque no se ve, pero es... y nos hacemos mal, desde esta invisibilidad peligrosa para ambos, desde esta nebulosa indefinida en la que me muevo, desde esta pared poco trasparente, concreta, maciza y sonriente...


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(es de vaaaario meses atrás)