Vuelven las espumas desde la rodilla hasta el centro.
Vuelve la palabra reptando, subiendo, ascendiendo, elevando y tobogán!
Volvés, porque nunca te fuiste, te dormiste... te dormiste tanto
Tanto
Me abrasás (de brasa) la espalda y la cintura y los pechos y el ombligo y la otra cintura
La mano plana desde la vértebra hasta la corona de loto
Ay!
Qué placer tener tus manos de nuevo dibujando el camino de la columna... derecho, sin sinuosidades. Autopista!
Volviste en enredo en mis polleras, ahora en las medias labradas... en las uñas coloradas.
Volviste y no sabés lo que te estaba esperando, amor!
Volviste en viveza de carne hecha aire y con peso consistente al que me aferro para flotar.
Volviste a despeinarme.
Volviste y no sabés como van a brindar mis labios cuando estés cerca.
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