martes, enero 18, 2011

en dos semanas rodando...

Me subí a varios de los medios de transportes que existen (y varias veces):
-tren regional
-tren expreso
-avión
-colectivo
-metro
-crucero
-vaporetto
-tranvía
-tren internacional
Además de hacer miles de combinaciones, especialmente en el último viaje... esto de bajar, tomar otro tren/colectivo, bajar de nuevo y así hasta el infinito...

Dormí en diferentes tipos de espacios (y me di cuenta que cuando se tiene sueño, se duerme donde sea):
-aeropuerto (sí, aeropuerto y no fue una cabeceadita)
- hostel con baño compartido
- hoteles
-hostel con baño privado
-departamento
- una cabeceadita mínima en un colectivo que me curó de espanto cuando no sabía dónde estaba, nunca más cabeceaditas en medios de transporte)

Escuché tantos idiomas que ni siquiera con el tono de voz uno puede entender si están contentos o enojados:
- francés
- italiano
- griego
- alemán
- inglés (por supuesto)
- español :) que me hacía taaan feliz
- portugués (saudades)

Por eso aprendí varias frases, de observante no más:
- italiano: más allá de Ciao, Buon Giorno, Grazie y Prego... Salve (que cuando se escucha dirigido a uno, uno se siente una romana que va a la guerra (?)), Caro/a, Belo/a.
- griego: Kaliméra, Efgaristó (polí), Iasus/iasas, y cuando se atiende el teléfono: élas!, suvlaki (ñam), kalá xristúgena... (no se escribe así, por supuesto)
- alemán: strasse, gasse, kirche, münster, hause, (como se verá, cosas que aprendí viendo el mapa)

Aprendí que preguntarse "¿Qué carajo estoy haciendo acá?" puede ser hasta cotidiano cuando se viaja sola cruzando el Adriático en un barco, donde la gente (mayoría hombres) hablan todos en un idioma desconocido...
Aprendí que la respuesta venía al otro día, o quizás unas horas después de preguntarse tanto
Aprendí que a veces el chico que se viene durmiendo al lado tuyo en el colectivo, después te puede ayudar muchísimo a encontrar el camino.
Aprendí que preguntando, dudando, perdiéndose, y pidiendo ayuda... siempre hay alguien dispuesto a tenderte la mano y mostrarte el camino.
Aprendí que Atenas es enorme y preguntar cómo llego a Atenas estando en Atenas es gracioso visto desde lejos en el tiempo (en el momento nada gracioso...)
Aprendí que cuando estoy perdida no veo nada, todo neblina... (por el puentecito que unía las paradas de metro, digo)

Sentí cosas en los pies en el Coliseo, las Arenas de Verona... ahí han pasado cosas terribles y todavía se siente. Me sentí observada parada en las Arenas de Verona y sentí el vértigo desde sus gradas. Sentí que en la tumba de Julieta no hay nada pero en la sala anterior estoy segura que hay gente molesta (y con razón). Vi la mentira y farsa que es toda la construcción turística en torno a Romeo y Julieta (yo nunca fui muy romanticona). Vi que Verona tiene cosas más lindas, como las Arenas, el Teatro Romano, Castelveccio...
Caminé Zurich y lo museos más lindos los he visto ahí (hasta ahora). Las calles son prolijas, limpias, pero frescas. Año nuevo se descontrola todo, incluso cuando hace tanto frío, la gente, toda, en el puente.
Sentí el movimiento del agua por varios días en todo el cuerpo, la ondulación permanente.
Sentí a los dioses en Atenas. El Partenón es pleno. El cielo es soleado. El mar es turquesa. El Olimpíio es potente aunque está debilitándose. La colina de las musas es tranquila y solitaria. El Phnix es asamblea y voto. Y Atenas es enorme.

Aprendí que cuando la gente quiere comunicarse y se interesa es entender al otro y en hacerse entender, el idioma no es una barrera sino que es un punto de unión... y que para hablarnos también tenemos el cuerpo (las manos, los ojos, la expresión completa). Aprendí que una sonrisa es una oración completa, compleja, tranquilizadora... y que cuando alguien te dice "no te preocupes" sinceramente, de verdad es un no-preocuparse.

Me perdí en todos los lugares a los que fui. Y me encontré

Extrañé tantísimo y otras cosas más personales.

No me cansé.

Lloré mucho, tuve miedo, me sentí amenazada, sonreí, me sentí halagada, reí, disfruté, caminé muchísimo, miré, anoté, hablé poco, soñé, estuve nerviosa, me enojé, me alegré, esperé, esperé tantas veces, dudé, decidí, viví...

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(La mayoría de las cosas fueron en Atenas)
y hay tanto más...

2 tejieron:

Verónica Cento dijo...

Leyendo a Clarice el otro día me acordé mucho de vos. Te escribo el fragmento:

En Grecia

"Muy tarde en la noche llamé por teléfono a una amiga y le dije:

-Ve hasta la ventana y mira que la luna llena está brillando sobre la Acrópolis.
Ella dijo con voz de sueño:
-Ya vi la Acrópolis, está bella, bien en lo alto, en todo su esplendor.
Yo dije:
-Ahora, gírate de costado y duerme bien.
Terminaré en Grecia, y a la luz de la luna"

Cori linda, te envío un abrazo. Qué viaje tan hermoso pudiste hacer. Hermosísimas las fotos, el viaje, qué experiencia, nena!!!

Yo me siento que viajo un poco con vos cada vez que subís un álbum.

Abrazotes.

Corina Margarita dijo...

Miles de Gracias/Grecias!!!

Linda Clarice que dice tanto tan sencillamente... y linda vos de traerla hasta estos lados

"Dicen que viajando se fortalece el corazón..." (una de las canciones de Mercedes Sosa"

besotes