... ella poniendo una mano en la nuca viril que está caliente e inclinada hacia adelante, en esa zona en que las artes del peluquero permiten cierta denudez de la forma muscular y ósea que expresa la inteligencia y la fuerza del varón que ellas se han conseguido y por eso les gusta poner ahí la mano y palpar esa especie de carril de savia varonil por donde desciende imaginada la imagen de sí misma que da al hombre su potencia y ascienden los zumos nutritivos que le permiten pensar en ella y desearla.
Luis Martín-Santos
Tiempo de Silencio (pág. 228)
Soy la fragilidad de los cristales rotos
(El que encuentre algún tipo de conexión (puente, coherente, o no)... le regalo... mmm algo de de... incoherencia?no, le regalo una isla!!)