JuEgOs De NiÑa / jUeGoS dE nEnA

La niña de ojos oblícuos se estrelló con el espejo.
La niña del espejo (ahora) te lloró en lágrima.
La niña-lágrima.
La niña-espejo.
(el espejo-lágrima?)

La niña se vio nena en tu palabra.
La niña-nena.
La nena-niña.

La niña se hizo letra y se escribió en papel.
La niña-letra.
La niña-papel.
(el papel-letra?)

La niña se enojó con la nena y la nena con ella.

El nene-hombre, el hombre-nene, ¿el nene?, ¿el hombre? (¿?) ... la inventó niña, la pronunció nena, la pensó niña, la esculpió nena.

La nena se vio niña y se dolió.
La nena-niña.
La niña-nena.
...
La niña de ojos oblícuos se divorció del espejo.
...
La niña-no nena.
La nena-no niña.
La no niña-nena.
La no nena-niña.
La no niña-no nena.
La no nena-no niña.

En fin:
La niña-nena.
La nena-niña.



-----------------------------------------------------
(Mi yo: Ni yo consigo entenderlo.
Mi otra: Hay cosas que no hacen falta entender...)

... y enfrentándote

Será el día en el que mi centauro te desequilibre la balanza, cuando mi flecha (no veloz) haga sonar los platillitos de tus costados... Ese día las ancas de mi caballo van a ser las caricias del aire en tu equilibrio. Ese día las patas se van a enredar con tus cadenas aúreas y capaz que hagas caer a mi caballo... eso sí... no va a dejar de relinchar por eso.
Quizá mi arco corte los platillos para que puedas dejar de pesar todo... pero no por eso vas a dejar de mirarme con la agujita celeste de tu centro, que empieza a perderse.
Será el día en el que mi centauro deje de tirarte flechas y empiece a hablarte, será el día en el que el centauro sea más humano o el día en el que la balanza se conmueva... con el trote de mi caballo.

...callándote

Repetiré tu nombre:

Hasta que ya no tenga sentido,
Hasta que mis labios se acalambren empachados de vos,
de tu no-vos,
y de mi voz.
O hasta que vengas y me los calles con un beso,
de los tuyos;

con un beso,
de menta.

Mientras tanto: bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla (porque ya no quiero escribirte... prefiero murmurarte)

... para seguir.

Sí... te muerdo los pies para que no te vayas, pero te vas igual con la bufanda a modo de bastón.
Si te manché las uñas con el rouge fue para marcártelos así cada pisadita era una huella para seguirte con los dientes afilados todavía.
La arena astilla las encías pero no me importa, porque los flequitos de la bufanda pulen los incisivos, más blancos que nunca. Sí, te reflejan los pies, y me reflejan la mordida.

Espejo dental.

Nada más... o si???

Para empezar...

Mi bufanda celeste me ciñó la garganta, me inspiró el perfume, me desafió los pulmones... me rozó el cuello suave... y me susurró al oído el nombre no pensado de la sonrisa... Se contrajo un poco... por el frío... y respiró de nuevo, el perfume a flores de inviernos inexistentes...
Sí la bufanda celeste que vas a extrañar en las manos... que vas a pedir a gritos con la garganta desnuda, se desvanece en el tiempo de una fría y por qué no bella, tarde, madrugada, noche, mediodía (ya no importa) de enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio o JULIO (esto tampoco importa).

Siempre va a flamear mi bufanda celeste... por lo menos en los ríos, mares, pampas, edificios, avenidas, facultades, fotocopias, papeles, ... mentes! (eso importa menos)